Después de casi un año y medio de estrés e incertidumbre estamos cansados. Incluso en organizaciones en las que les ha ido bien la pandemia, los cambios necesarios han impuesto un aumento en la presión. Nos hemos enfrentado a una incertidumbre continua, colocándonos en modo supervivencia. Aunque todos experimentamos la pandemia de forma diferente, todos nos hemos visto afectados por pérdidas y cambios.
Esto ha resultado en tedio y falta de emoción para realizar todo lo referente a nuestro trabajo, lo que antes nos apasionaba hoy nos parece molesto o indiferente.
Estas son 8 maneras de volver a conectar con tu trabajo y recrear la chispa que sentiste en tu primer día.
Si has estado haciendo las mismas tareas durante los últimos 5 años, es muy posible que simplemente estés aburrido y sin inspiración. Ponte a prueba introduciendo novedad a tu rutina. Ofrece ayudar en un departamento diferente. Hagas lo que hagas, asegúrate de que te resulte interesante. Esto ayudará a ver tu desempeño desde una nueva perspectiva.
Si descubres que estás trabajando sin objetivos claros, es hora de cambiarlo. Los objetivos te ayudan a impulsar tu carrera, sin ellos, a menudo nos sentimos desorientados y desmotivados. Esto puede ser el cambio exacto que necesitas para amar tu trabajo.
Trabajas en tu espacio un promedio de 40 horas a la semana. Trabajar en un entorno que nunca cambia visualmente puede volverse monótono y tiene el potencial de volver loco a cualquiera. Mueve los muebles, añade algunas plantas, cambia el arte de la pared. Un pequeño cambio visual puede devolver la emoción a tu día.
Se positivo siempre que sea posible, enumera algo extraordinario que suceda en el día, sin importar cuán pequeño sea. Resiste a dar poder a tus compañeros de trabajo sobre tus emociones.
Si tienes disposición para un ajuste de actitud, asegúrate de dejar de ser parte del “club de las quejas”. Si tienes que hablar de trabajo, habla solo de cosas positivas. Ayuda a tus compañeros de trabajo con problemas relacionados con el trabajo que se basen en tareas, en lugar de problemas emocionales interpersonales.
El agotamiento es algo real y se infiltrará en todos los aspectos de tu vida a menos que prestes atención y tomes descansos cuando los necesites. Aprovecha tus vacaciones o tómate un día personal. Si no tienes la oportunidad de hacerlo, incluso un sábado por la mañana puede funcionar. Desconéctate por completo y date tiempo para pensar en otra cosa que no sea el trabajo. Relájate y descansa.
Al igual que en tu primera semana de trabajo, vístete para impresionar. Varios estudios recientes sugieren que vestirse refinadamente para el trabajo aumenta el nivel de confianza, afecta la forma en que los demás te perciben y puede aumentar tu capacidad de atención. Debes saber que lo que usas es importante.
Hay personas en el trabajo que conocemos increíblemente bien, y luego están las personas de las que no sabemos casi nada. Cambia eso. Toma un café con un compañero de trabajo con el que interactúas a menudo pero que realmente no conoces. La idea es salir del círculo de lo conocido.
Si lo has intentado todo y todavía no estás entusiasmado con tu trabajo, puede que sea el momento de buscar en otra parte o en otra área. No tengas miedo de hacer un cambio cuando sea necesario.
