La búsqueda de la productividad individual es saludable y vale la pena. Sin embargo, a menos que se trabaje independientemente, fuera de una organización, los beneficios de la mayoría de las técnicas clásicas (Técnica Pomodoro, Matriz de Eisenhower) de productividad serán limitadas. Para tener un impacto real en el rendimiento, debe trabajar a nivel de sistema y tecnología.
El problema no está en la lógica intrínseca de ninguno de estos enfoques, la falla se encuentra en que no tienen en cuenta el simple hecho de que la mayoría de la gente no trabaja aisladamente. Trabajan en organizaciones complejas definidas por interdependencias entre personas, y a menudo son estas interdependencias las que tienen el mayor efecto en la productividad personal.
W. Edwards Deming (legendario estadístico y consultor de gestión) argumentó en su libro Fuera de la crisis, que: el 94% de la mayoría de los problemas y posibilidades de mejora pertenecen al sistema, no al individuo. Añadiríamos que la mayoría de las mejoras de productividad también pertenecen allí. Las soluciones personales pueden ser útiles, pero el antídoto más efectivo contra la baja productividad y la ineficiencia debe implementarse a nivel del sistema y tecnología, no a nivel individual.
A medida que se integre el BPM (Business Process Management) en la organización, este ayudará a mejorar el rendimiento, reducir los costos y satisfacer las necesidades específicas de la empresa.
• Tecnología más metodología
• Reducción del tiempo de ciclo para el período de vida del proceso
• Implementado en una plataforma
• Alinea personas con tareas
• Punto a punto contra silos
• Horizontales
• Métricas que son significativas para la organización
• Cuantifica el impacto de la mejora en procesos
• Brinda visibilidad del desempeño de las personas y del proceso
• Mejora de procesos para maximizar el valor del negocio
• Identificar y eliminar cuellos de botella
• Eliminar tareas que no agregan valor
La transformación de procesos mediante BPM darán como resultado una evolución planificada y supervisada, con metas cuantificables y métricas adecuadas.