La planificación estratégica es la piedra angular de cualquier negocio exitoso. Es el proceso que proporciona dirección, describe objetivos mensurables y puede ser un factor importante en el éxito a largo plazo de una organización.
El primer paso es evaluar los impulsores de la empresa. ¿Cuáles son las condiciones, internas y externas, que se espera afecten al negocio durante el próximo ciclo (trimestre, semestre, año)?
Los impulsores externos generalmente se encuentran fuera de control o influencia: cambios en la economía, evolución de las necesidades y prioridades de los clientes, cambios en las condiciones comerciales en sus mercados objetivo y cambios en el panorama competitivo.
Los controladores internos son los que están bajo control: metas, objetivos, prioridades, necesidades, planes de negocio y objetivos de inversión, entre otros. Muchos de los controladores internos pueden estar respondiendo a controladores externos. La identificación de estos impulsores y su prioridad guiará las soluciones empresariales y tecnológicas durante la planeación anual, semestral o trimestral.
Revisar el inventario de hardware y software y dónde se encuentra cada elemento en su ciclo de vida. Documentar aplicaciones o sistemas sujetos a actualizaciones; servidores de catálogo, infraestructura y dispositivos de usuario que deben ser reemplazados.
Esta evaluación es importante para programar gastos necesarios y definir en qué momento actualizar o reemplazar los sistemas más antiguos con soluciones o servicios administrados basados en la nube. Hacerlo puede reducir los gastos de capital y proporcionar recursos y servicios más escalables.
Después de haber planificado las actualizaciones programadas de hardware y software, en coordinación a la lista de prioridades de impulsores comerciales se debe crear un conjunto finito de iniciativas de TI.
Los impulsores del negocio deben desencadenar decisiones, acciones y planes comerciales. Se debe analizar cómo estos planes y los servicios de TI pueden habilitar o respaldar las acciones y resultados deseados. Esta estrategia y análisis se convierten en los requisitos de TI para el próximo ciclo. La prioridad de las metas y objetivos comerciales establecerá la prioridad de las iniciativas de TI.
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Las iniciativas de TI, sin duda, interactuarán con los servicios de seguridad. Dar un paso atrás y revisar los protocolos y sistemas de seguridad existentes es necesario para incluirlo dentro de las prioridades del plan estratégico. Se debe analizar la ciberseguridad de la organización en tres rubros:
Los presupuestos tienen límites. Una vez implementadas las consideraciones de seguridad, es hora de trabajar en el gasto en TI. Recomendamos priorizar dentro de tres categorías distintas:
Asignar el presupuesto objetivo a cada una de las categorías. Describir los elementos en cada grupo desde la prioridad más alta hacia abajo.
Una clave para construir el presupuesto es facilitar un intercambio recíproco entre las partes. Se puede mover el presupuesto entre categorías, con cuidado, de manera que beneficie cada aspecto del gasto en TI.
Por ejemplo, pasar a escritorios remotos en una nube de infraestructura de escritorio virtual (VDI) puede extender la vida útil de las computadoras de escritorio y portátiles de 2 a 3 años. Retrasar las actualizaciones del sistema puede ser una medida segura si sus iniciativas apuntan hacia el reemplazo.
Si bien es natural querer hacer todo de inmediato, una planeación bien calendarizada aumenta las probabilidades de éxito del Plan estratégico TI.
La programación comienza con acciones: el quién, qué, cuándo, y el cómo de las iniciativas de TI. La programación inteligente también incluirá la consideración de dependencias y disponibilidad de recursos.
Revisar las limitaciones del económico también es importante. Se deben evitar programar proyectos, particularmente rutas críticas, que entren en conflicto con períodos más intensos dentro del ciclo comercial establecido. Es posible que se tenga una temporada muy ocupada o que se deba considerar no afectar cierres e informes trimestrales. Cualesquiera que sean las demandas que genere el ciclo comercial, ajustar la planificación y cronograma en torno a ellas.
La planificación estratégica es una herramienta esencial para cualquier organización que busque asegurar el éxito a largo plazo. Proporciona dirección, mejora la toma de decisiones, mejora la gestión de recursos y aumenta la eficiencia operativa.
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