La infraestructura local ofrece seguridad y control sólidos, mientras que las soluciones en la nube brindan escalabilidad y flexibilidad inigualables. Pero, ¿cuál es la adecuada para cada organización? Esta es la pregunta en la cabeza de líderes y los tomadores de decisiones.
La infraestructura local es el marco tradicional para administrar recursos informáticos como software, sistemas, redes, almacenamiento, etc., donde todo el sistema se aloja y administra en las salas de servidores físicos de la empresa.
Lo que hace que la infraestructura local sea una gran opción es el control general que brinda a los usuarios sobre el hardware y el software y sus configuraciones. Esto crea una capa de seguridad sólida e inquebrantable alrededor del entorno informático.
Sin embargo, con la administración nativa de un sistema informático surge la necesidad interminable de administrar y mantener todos los recursos constantemente, lo que puede aumentar el gasto de capital. Además, el sistema nativo necesita actualizaciones y parches de hardware y software de vez en cuando.
También es vital administrar licencias, ocuparse de las integraciones entre varios sistemas y prestar atención a los problemas de rendimiento que surgen ocasionalmente. Se vuelve aún más difícil cuando sus equipos de TI no están bien capacitados para actualizar y mantener sistemas, lo que provoca fallas frecuentes del servidor y tiempos de inactividad.
A menudo se hace referencia a un término como "Cloud Computing ", un tipo de infraestructura en la que un proveedor de servicios es responsable de alojar, administrar y actualizar el entorno de TI en sus servidores y centros de datos. Esta configuración es completamente virtual y se distribuye en varias regiones para maximizar la disponibilidad.
Lo que hace que la nube sea una buena opción es que transfiere toda la carga de mantenimiento, parches y mantenimiento general del sistema a los proveedores de servicios. Los usuarios no tienen que pagar grandes costos iniciales por sistemas, servidores o software y pueden gastar sabiamente a través del modelo de pago por uso.
Sin duda, ambos aportan beneficios, pero la elección entre entornos en la nube y locales puede requerir una distinción clara en algunos aspectos cruciales. Esta diferenciación entre la nube y las instalaciones locales ayudará a las empresas a tomar la decisión correcta en función de sus presupuestos, capacidades y experiencia.
Aquí comparamos la nube con la infraestructura local en varios aspectos para ayudar a ver a través de ambos sistemas y tomar la decisión que sea fructífera a largo plazo:
Los servidores locales alojan y mantienen la infraestructura dentro de las instalaciones de la empresa, lo que requiere personal para administrarlos. Es posible que se produzcan cortes de suministro en los servidores, para lo cual se requiere experiencia técnica.
Mientras que la infraestructura en la nube está alojada en su totalidad en la red y es accesible a través de Internet. Los proveedores de servicios en la nube se encargarán de gestionar, mantener, actualizar el software, reparar y mantener, y solucionar los tiempos de inactividad. Es muy poco frecuente que se produzcan cortes de suministro en los servidores, ya que el proveedor de la nube ofrece una alta escalabilidad y puede gestionarlos antes de que algo no funcione.
En el caso de las instalaciones locales, todos los recursos necesarios para ejecutar el entorno informático se implementan internamente en los servidores locales. La empresa supervisa todo el mantenimiento, la seguridad y la integración de datos.
La implementación en un entorno informático en la nube difiere de los tipos de nube (privada, pública, híbrida o múltiple) y, a menudo, la realiza una empresa que ofrece servicios de consultoría en computación en la nube. Lo importante es tener en cuenta que la implementación de datos en la nube se realiza en un servidor de terceros. La nube ofrece una doble ventaja. No solo elimina el estrés de las actualizaciones de seguridad y el manejo de la infraestructura, sino que también ahorra el costo de contratar personal para el mantenimiento de TI. Además de tener acceso a los recursos de la nube las 24 horas del día, los 7 días de la semana, por lo que te sientes libre cuando necesitas ampliar o reducir los recursos con urgencia.
Los costos locales suelen tener un costo inicial más alto, ya que se debe comprar todo el hardware, los servidores, las herramientas de red, las licencias de software y la capacitación del personal. Además de esto, el mantenimiento y las actualizaciones no cuestan menos y son un gasto interminable.
Por otro lado, las soluciones en la nube son comparativamente más económicas; ya que el proveedor de servicios en la nube se hace cargo de los grandes costos iniciales. Solo se tiene que pagar las tarifas de suscripción o el modo de pago por uso. Esto permite a las empresas tomar decisiones de escalamiento sin estrés al mismo tiempo. Además, ahorra mucho dinero en la contratación de un equipo de TI.
Para las empresas que manejan datos ultrasensibles, como las del sector bancario o gubernamental, la infraestructura local sigue siendo siempre una preferencia. La capacidad de personalizar los protocolos de seguridad y mantener un control completo sobre los servidores físicos ofrece una capa adicional de seguridad cuando se trata de información confidencial. Si bien las soluciones locales reciben grandes facturas por la inversión inicial en hardware y mantenimiento, estas empresas siempre priorizarán la seguridad y el cumplimiento de los datos por encima del costo.
La seguridad es un obstáculo importante para las empresas que consideran la nube. Las noticias de violaciones de datos que involucran a usuarios de la nube son inquietantes; desde los detalles de inicio de sesión de los empleados hasta la propiedad intelectual, las amenazas potenciales se están convirtiendo en realidad. Independientemente de la cantidad de certificaciones y distintivos de seguridad que los proveedores de la nube hayan obtenido a lo largo de los años, la falta de control directo sobre los datos está poniendo a las empresas en un dilema con respecto a las decisiones de adopción de la nube.
Es posible conectar herramientas de terceros con sistemas locales, pero se requieren conocimientos técnicos para establecer una coordinación fluida entre la infraestructura interna y las herramientas externas. Hay dos opciones: solicitar ayuda a una empresa que ofrezca servicios de consultoría o contratar a un desarrollador de software interno para que cree configuraciones de integración personalizadas según las necesidades de su empresa.
Por otro lado, las plataformas en la nube ofrecen infinitas posibilidades de integración. Con su vasto ecosistema de conectores y API pre construidos, los usuarios pueden integrar fácilmente varios sistemas y herramientas externos con un mínimo esfuerzo técnico. Esto da como resultado una implementación más rápida, menores costos de desarrollo y un flujo de trabajo más optimizado para su negocio.
Elegir la infraestructura de TI perfecta para una organización requiere una consideración cuidadosa y una estrategia de nube bien alineada. Aquí te ofrecemos 6 pasos básicos a considerar en la estrategia para tomar una decisión informada.
1. Evaluación de las necesidades de su empresa.
2. Análisis de la infraestructura actual.
3. Considerar los requisitos regulatorios y de cumplimiento.
4. Calcular el costo total de propiedad (TCO).
5. Considerar la escalabilidad y la flexibilidad necesarios.
6. Evaluar las opciones de proveedores.
Independientemente de la elección, es fundamental tener una infraestructura construida sobre una estrategia de alojamiento bien diseñada para evitar problemas como inversión excesiva, tiempos de inactividad frecuentes y escalabilidad restringida. Comprender qué infraestructura (local o en la nube) satisface mejor las necesidades de la empresa requiere una consideración cuidadosa de varios factores, como seguridad, presupuesto, escalabilidad y más.