Aprendizaje efectivo con la técnica Feynman

3/8/2022

Aprendizaje efectivo con la técnica Feynman

Richard Feynman fue un físico ganador del Premio Nobel que hizo importantes contribuciones en áreas como la mecánica cuántica y la física de partículas. También fue pionero en computación cuántica, introduciendo el concepto de nanotecnología.

Sin embargo, uno de los aportes más significativos de Richard Feynman, consistió identificar en forma sistemática temas que no sabía y luego se dedicó a comprenderlos por dentro y por fuera. A lo largo de su trabajo y vida, Feynman proporcionó información sobre su proceso para considerar conceptos complejos en el mundo de la física y destilar conocimientos e ideas con elegancia y sencillez. Muchas de estas observaciones sobre su proceso de aprendizaje se han recopilado en lo que ahora se denomina «La Técnica Feynman».

¿Qué es la Técnica Feynman?

La Técnica Feynman, es un proceso de cuatro pasos para comprender cualquier asignatura. Esta técnica rechaza el recuerdo automático en favor de la verdadera comprensión obtenida a través de la selección, investigación, escritura, explicación y refinamiento. Esta técnica no permite que nos engañemos pensando que somos maestros en un tema cuando en realidad somos aficionados. Cada paso del proceso nos obliga a confrontar lo que no sabemos, involucrarnos directamente con el material y aclarar nuestra comprensión.

01. Elige un concepto para aprender.

Selecciona un tema que te interese aprender y escríbelo en la parte superior de una página en blanco. Seleccionar un concepto para estudiar te obliga a ser intencional sobre lo que no sabes.

Se debe empezar poco a poco y ser específico. Realmente solo tienes una página (o unas pocas) para la información. No puede caber todo lo que hay que saber sobre Ciencia Evolutiva o Microeconomía en una sola página. En su lugar, trabaja con conceptos más pequeños y definidos.

Debes ser específico. Dado el conocimiento acumulado en el universo, la mayoría de nosotros desconocemos la mayoría de las cosas. Escribir explícitamente sobre lo que no se sabe proporciona un punto de partida.

02. Explícatelo a ti mismo o a alguien más.

Un clásico error de aprendizaje es leer un artículo o libro de texto y dar por completo nuestro aprendizaje. En realidad, leer no es comprender. Incluso podríamos tomar notas, esencialmente transcribiendo las oraciones de un recurso en nuestros cuadernos. A menudo asentimos para nosotros mismos, pensando que hemos captado un tema. Después de todo, hemos tomado notas. Pero la verdadera comprensión requiere un proceso más activo como la enseñanza.

Empieza por enseñarte formalmente a ti mismo. Escribe un resumen en tus propias palabras sin mirar las notas. O explícatelo en voz alta. Llévalo al siguiente nivel enseñando a otras personas. La enseñanza también inicia un circuito de retroalimentación, donde la crítica o las preguntas pueden ayudarnos a aprender y agudizar nuestro pensamiento.

Cuando realmente entiendes algo, puedes explicarlo completamente, señalando excepciones y detectando inconsistencias lógicas. Cuando esto sucede, genera confianza y motiva a enfrentar temas aún más desafiantes sabiendo que se tiene un marco sólido para aprender.

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03. Si hay dudas regresa al material de origen si hay dudas.

Vuelve a lo que estas aprendiendo (un libro, notas de clase, podcast) y completa los vacíos en tu conocimiento. La mayoría de las veces, aprender algo desafiante requiere varios intentos. Cuando surgen lagunas en nuestro conocimiento y nuestras explicaciones no son del todo correctas, revisar nuestras fuentes primarias y secundarias puede ayudar a solidificar lo que estamos aprendiendo.

El aprendizaje es un proceso iterativo. Usar fuentes para pulir nuestras propias explicaciones y modelos es un proceso activo. Cuando aprendemos pasivamente, memorizar detalles es más desafiante. Cuando somos parte activa de la creación de nuestros propios resúmenes y razonamientos, extrayendo intencionalmente de la información original para llenar nuestros puntos ciegos, podemos comprometer más fácilmente el conocimiento con nuestra memoria a largo plazo.

Paradójicamente, cuanto más aprendemos, más aumenta nuestra capacidad de aprender. Leer un capítulo de un libro de texto puede parecer un idioma diferente la primera vez. La segunda vez se vuelve más claro. La tercera vez, ya con una base sólida, captamos matices que no podríamos haber visto antes.

04. Simplifica tus explicaciones y crea tus propias analogías.

Cada campo de estudio tiene sus propios términos especializados. Si bien puede ser importante conocerlos, también es importante no confundir el conocimiento de la jerga con el conocimiento de conceptos. La técnica de Feynman implica simplificar nuestras explicaciones iniciales y refinar la comprensión a través de analogías simples.

Es bastante fácil memorizar términos y repetirlos cuando se le solicite. Pero memorizar no es comprender. Cuando no podemos confiar en grandes palabras que nos hacen sonar inteligentes, tenemos que destilar lo que realmente sabemos a la forma más básica. Aquí es donde tiene lugar la verdadera comprensión.

Las analogías son más fáciles de recordar y explicar. Cuando se comprende un concepto desafiante, las analogías permiten crear una abreviatura para recordarlo rápidamente y explicarlo a los demás con claridad.

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