Las integraciones confiables son clave para administrar los datos y las dependencias en los sistemas comerciales y procesos automatizados.
Las API son ubicuas y existen desde hace algún tiempo. En lugar de escribir docenas o cientos de líneas de código, los desarrolladores pueden usar API que abstraen la complejidad al proporcionar bibliotecas de llamadas a funciones definidas.
Las siglas API corresponden al inglés Application Programming Interface, que se traduce como interfaz de programación de aplicaciones. Esta fórmula se refiere al conjunto de estructuras que permiten que los componentes de un software se comuniquen con otros.
Hoy en día, cuando las personas hablan de API, lo más probable es que se refieran a API públicas o abiertas. Los proveedores proporcionan API para sus plataformas y aplicaciones que los desarrolladores pueden insertar en su propio código para recuperar datos. Por ejemplo, la aplicación Uber usa datos de Google Maps, mientras que los equipos de marketing pueden usar las API para conectar Salesforce y HubSpot, o el servicio de atención al cliente para conectar Zendesk a un servidor back-end. Estos son ejemplos de integraciones de API.
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Los desarrolladores también pueden crear sus propias API internas mediante la creación de bibliotecas que definen llamadas a funciones y sintaxis para cualquier proceso, software o aplicación que puedan crear. Esto brinda a los desarrolladores un método estandarizado para establecer rápidamente conexiones entre puntos finales, sin tener que escribir líneas sobre líneas de código.
Existen ventajas y desventajas para cada uno de estos métodos, y los equipos de TI suelen utilizar una combinación. Por ejemplo, los scripts personalizados pueden ser muy útiles al administrar conexiones para aplicaciones internas (y porque generalmente hay alguien dispuesto a invertir el tiempo para escribir un script realmente bueno), pero los scripts personalizados consumen mucho tiempo y son frágiles. El tipo más común de API en uso hoy en día es REST, o transferencia de estado representacional. Este proporciona una forma flexible y ligera de integrar aplicaciones y ha surgido como el método más común para conectar componentes en la arquitectura de microservicios.
Básicamente, las organizaciones se están volviendo digitales tan rápido como pueden, digitalizando servicios y operaciones para mejorar las experiencias de los clientes y aumentar la eficiencia (y la confiabilidad). Muchos de estos servicios se establecen en plataformas y en aplicaciones de múltiples proveedores, que por supuesto no brindan integraciones directas. Como resultado, los equipos de TI utilizan las API REST para satisfacer las necesidades comerciales, como proporcionar datos en tiempo real al personal y a los consumidores.
Las API permiten a los equipos de TI automatizar la transferencia de datos entre diferentes aplicaciones y sistemas, lo que reduce la necesidad de secuencias de comandos personalizadas y procesos manuales. Eso significa más eficiencia, más confiabilidad y despliegues más rápidos para nuevas soluciones.
Los equipos de TI están aumentando el uso de la automatización para abordar los desafíos y consecuencias que impuso la crisis pandémica, pero, sobre todo, la disrupción económica.
Las plataformas de automatización de cargas de trabajo (WLA) que proporcionan adaptadores API REST facilitan la integración de cualquier software o servicio con una API, ya sea de terceros o interna. Los usuarios pueden tomar llamadas de API REST desde cualquier biblioteca y usar esas llamadas para construir su propia API. Las API también se pueden usar en combinación con conexiones directas, scripts personalizados y conectores universales para crear flujos de trabajo confiables, re utilizables y multiplataforma.
Las plataformas de automatización pueden ayudar a agilizar las pruebas de API al permitir que los desarrolladores prueben las API dentro del adaptador de estas. Estas pruebas proporcionan códigos de estado y respuestas sin tener que esperar a que se ejecute la carga del trabajo, de modo que los problemas se pueden resolver rápidamente sin tener que buscar en los registros.
Las características y funcionalidades adicionales, como los asistentes de autenticación, asistentes e interfaces de usuario intuitivas, facilitan aún más a los equipos de TI la conexión de prácticamente cualquier punto final, lo que reduce la complejidad y respalda la orquestación de procesos.
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