En lo que el mundo sigue adaptándose a la reestructuración de la nueva realidad, un alto porcentaje de empresas están volteando hacia las tecnologías de entornos móviles, como respuesta a los retos surgidos a partir de la pandemia.
Entre las muchas revelaciones que hemos tenido durante este tiempo de confinamiento son las búsquedas de conexión humana a través de los nuevos servicios de internet, desde computadoras, tabletas, pero, sobre todo teléfonos inteligentes. No es de asombrarse que las Apps que tuvieron un mayor repunte de uso fueran las de redes sociales, streaming, y las de trabajo como Zoom.
Aunque las gráficas de consumo son dominadas por las empresas gigantes, no es un argumento sólido por el que un negocio sin importar el tamaño de su operación no cuente con un desarrollo móvil. Hoy en día encontrarás que muchos pequeños empresarios con los que tratas en tu vida diaria tienen su aplicación móvil.
Tener una aplicación móvil que facilite el proceso de compra de productos o servicios, que normalmente solo se conseguían en tienda física; ahora se pueden obtener desde la comodidad de un sillón, los consumidores la van a usar.
Una aplicación móvil ayuda a que tu negocio se despegue de la competencia, no importa qué tipo de negocio se tenga, invertir en innovación se reconoce como una buena decisión.
Si la construcción de la aplicación está diseñada con los principios básicos de UX, al tener una experiencia mucho más individual, generará un vínculo emocional con el usuario. Las ventajas de la experiencia de un usuario experto incluyen revisiones positivas, lealtad a la marca, más seguidores en sitios sociales y, lo más importante, más consumidores habituales.
El uso de una aplicación móvil es esencial para desarrollar una forma de comunicación directa con los consumidores, además de notificaciones automáticas que en forma fácil pueden informar a los usuarios sobre productos nuevos, ofertas especiales, carritos de compras y próximos eventos.
Una Aplicación facilita un programa integrado de fidelización o recompensas para motivar a los consumidores habituales. Los consumidores podrían usar esta función para canjear y controlar sus recompensas. Al crear este tipo de dinámica, se maximiza de manera integral la probabilidad de que el consumidor use tus productos y servicios.
Una aplicación vive en el dispositivo móvil lo que facilita el acceso y a través de la pantalla del usuario le recuerda constantemente tu marca.
Aunque la estrategia de tener una aplicación móvil no es nueva, es importante recordar que esta tecnología avanza constantemente y que las innovaciones en el campo del desarrollo móvil han captado una audiencia a gran escala impulsando casi cualquier tipo de negocio hacia un vasto mercado digital. Si no cuentas con una App, no es tarde para implementarla y si ya tienes una, puedes actualizarla y alcanzar nuevos objetivos.
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