Una de las áreas más impactadas por la crisis sanitaria ha sido la de las labores desempeñadas dentro de un espacio físico. En los últimos meses las organizaciones han visto la oficina a distancia como trabajo normal, marcando esto el inicio de una nueva era laboral.
Hasta antes de la crisis, el home office y sus variaciones como trabajo de campo o personal itinerante eran modelos de trabajo difíciles de integrar como un ejercicio productivo para las empresas. A medida que la pandemia comenzó y continúa extendiéndose, el home office ha dejado de ser un experimento y ahora es un requisito para muchos negocios.
Para que la organización goce de los beneficios que ofrece el home office, es importante revisar el grado de transformación digital e implementación de procesos virtuales que la empresa ha desarrollado, así como los candados digitales que deben proteger los datos de la empresa.
La automatización de procesos deberá ser preponderante para garantizar que las tareas se realicen con fluidez a la distancia, para asegurar la continuidad de la operación sin errores ni gastos inesperados. Para esto existen múltiples plataformas de automatización de procesos y que se adaptan al tamaño y características de cada operación.
Otro recurso importante es el sistema de comunicaciones interno, definir la forma adecuada de comunicación en que cada colaborador se mantendrá en conexión constante; En este rubro es una prioridad alejarse de las aplicaciones comunes que los dispositivos electrónicos ofrecen, esto evitarán pérdidas o robos de documentación, desinformación, y retrasos en la recepción de datos.
Contar con herramientas y procesos definidos hará que el trabajo a distancia además de ser eficiente, garantice la seguridad de toda la información sin afectar la productividad, sin tener que aplicar políticas restrictivas.
Gestionar el personal a distancia requiere de un nuevo enfoque respecto al trabajo presencial, para maximizar todas las ventajas del trabajo remoto, es importante visualizar que implica mucho más que enviar a los colaboradores a trabajar desde sus casas con un dispositivo y una cámara web.
El líder debe tomar en cuenta el nuevo contexto que rodea al personal, esto con el objetivo de preservar el intercambio de conocimientos dentro del equipo, las propuestas y la productividad esperada. Es importante que se establezcan relaciones personales reales a través de canales de comunicación abiertos y constantes.
El home office ya es una realidad del trabajo y el futuro se dirige hacia un modelo híbrido: horarios compartidos entre trabajo presencial y a distancia.
Algunos de los beneficios de esta modalidad de trabajo son el ahorro de costos y la contratación del mejor talento sin importar en dónde se encuentre.
Es claro que las empresas que han adoptado el cambio y habilitado tecnologías eficientes estarán mejor preparados para aumentar rápidamente su competitividad en la era post Covid-19.
