Antes de profundizar en este tema, recordemos los dos conceptos: innovación disruptiva y mejora continua del proceso.
Se trata de la creación de nuevos modelos de negocios en la detección de oportunidades de mercado que los grandes competidores no están realmente explorando, incluso la creación de nuevos mercados.
La mejora continua de procesos es una de las bases del business process management. Consiste en observar los procesos a medida que se ejecutan y analizarlos para encontrar retrasos, cuellos de botella e ineficiencias. Una vez detectados estos problemas, se pueden diseñar nuevos procesos eficientes y automatizados para alcanzar mejores resultados y mayor rentabilidad. Con estos nuevos datos, será posible monitorear el desempeño de los procesos y encontrar nuevas posibilidades de mejora, reiniciando este procedimiento en un ciclo continuo.
Quienes conocen la metodología Scrum y otros enfoques ágiles saben que funcionan en innovaciones paso a paso. Varias iteraciones que agregan valor a la solución que se desarrolla poco a poco. En este punto, las innovaciones de BPM incrementales y continuas se pueden acumular hasta que se genere un proceso completamente nuevo. Un proceso que es diferente al que se tenía originalmente, varios ciclos de mejora atrás.
En el análisis de los diferentes mercados y en el descubrimiento de oportunidades de nuevos modelos de negocios, las soluciones BPM juegan el papel esencial de base estructural, como lo mencionamos anteriormente, la innovación disruptiva explota un mercado que no es explorado por los competidores, con un producto sorprendente que satisface la necesidad de consumidor ‘olvidado’. Ciertamente, después de descubrir esta deseada solución de mercado, la mejor manera de proyectar este alto valor, –con un bajo costo de producción–, será mediante el uso de soluciones de BPM, que soportará la curva de crecimiento (sano) de la iniciativa vanguardista.
